To be, or not to be, that is the question, es la frase inaugural con la que William Shakespeare abre su soliloquio en Hamlet, a propósito de la duda existencial que le surge al joven príncipe Hamlet producto de la inesperada muerte de su padre, el rey Hamlet. Se trata de la misma duda que les nace a los abogados cuando se ven enfrentados a traducir contratos que suponen un tratamiento especializado que, si bien no suponen la muerte de un rey, implican eventualmente el fracaso de una negociación, perder un arbitraje, o, en definitiva, prestar un servicio deficiente.
Actualmente, el panorama que caracteriza el ámbito de la traducción legal profesional y especializada es oscuro, ambiguo y hasta folclórico. En otras palabras, lo que predomina es la duda. Esto ocurre porque la necesidad a la que se ven enfrentados los estudios de abogados y empresas, no es abordada de forma profesional y consciente. Con ello, dando lugar a lamentables errores de forma y fondo toda vez que la documentación legal no siempre es trabajada por abogados con dedicación exclusiva, estándares de confidencialidad rigurosos o, sin la responsabilidad que ameritan las exigencias de la industria. Hoy más que nunca la necesidad por servicios de traducción, revisión y edición de documentación legal especializada es latente. Como es de público conocimiento, la inversión extranjera para este 2019, en materia minera bordeará casi los US$12.000 millones, siendo protagonistas de ello, la ampliación de las faenas Quebrada Blanca 2 y 3 (que se encuentran en su scoping phase), Los Bronces, Collahuasi y Los Pelambres. En efecto, el conocimiento especializado y la experiencia verificable antes eventuales project development, Power Purchase Agreements (PPAs), EPC, EPCM, FOB, Off-take agreements, entre otros, resultará vital al momento de poder entregar soluciones efectivas a sus necesidades.
Así las cosas, excentricidades como “to celebrate an agreement”, “separability”, “resolutory condition”, “object of the contract”, “home of the parties”, comunes y recurrentes en los servicios entregados en el mercado local conllevan no solo dificultades de comprensión y sentido, sino que llevan aparejados serios riesgos contractuales cuando han de ser aplicados a los documentos fundantes del tráfico comercial de estos proyectos. Es por ello que el recurso al método, homogeneidad, equivalencia funcional, estudio del derecho comparado, verificación lingüística, son elementos que permiten, en definitiva, asumir y responder a la necesidad hoy existente de manera eficiente y responsable.
Atendido el contexto actual, los mismos fantasmas que visitan al príncipe Hamlet en torno a la muerte de su padre, acompañan a las empresas y estudios de abogados frente a la necesidad de recibir servicios de traducción legal de calidad, dilatando con ello la consecución de sus proyectos. Es por ello que el tránsito de la duda – que se traduce en incerteza jurídica – hacia seguridades solo es posible superarlo con garantías profesionales efectivas, que tengan como objeto entender y responder a los requerimientos que hoy existen en el mercado.
Porque si bien la imposibilidad de certeza acompaña a Hamlet en toda la obra, no por ello debe seguir acompañando a las empresas y estudios de abogados en nuestra realidad chilena.
Actualmente, el panorama que caracteriza el ámbito de la traducción legal profesional y especializada es oscuro, ambiguo y hasta folclórico. En otras palabras, lo que predomina es la duda. Esto ocurre porque la necesidad a la que se ven enfrentados los estudios de abogados y empresas, no es abordada de forma profesional y consciente. Con ello, dando lugar a lamentables errores de forma y fondo toda vez que la documentación legal no siempre es trabajada por abogados con dedicación exclusiva, estándares de confidencialidad rigurosos o, sin la responsabilidad que ameritan las exigencias de la industria. Hoy más que nunca la necesidad por servicios de traducción, revisión y edición de documentación legal especializada es latente. Como es de público conocimiento, la inversión extranjera para este 2019, en materia minera bordeará casi los US$12.000 millones, siendo protagonistas de ello, la ampliación de las faenas Quebrada Blanca 2 y 3 (que se encuentran en su scoping phase), Los Bronces, Collahuasi y Los Pelambres. En efecto, el conocimiento especializado y la experiencia verificable antes eventuales project development, Power Purchase Agreements (PPAs), EPC, EPCM, FOB, Off-take agreements, entre otros, resultará vital al momento de poder entregar soluciones efectivas a sus necesidades.
Así las cosas, excentricidades como “to celebrate an agreement”, “separability”, “resolutory condition”, “object of the contract”, “home of the parties”, comunes y recurrentes en los servicios entregados en el mercado local conllevan no solo dificultades de comprensión y sentido, sino que llevan aparejados serios riesgos contractuales cuando han de ser aplicados a los documentos fundantes del tráfico comercial de estos proyectos. Es por ello que el recurso al método, homogeneidad, equivalencia funcional, estudio del derecho comparado, verificación lingüística, son elementos que permiten, en definitiva, asumir y responder a la necesidad hoy existente de manera eficiente y responsable.
Atendido el contexto actual, los mismos fantasmas que visitan al príncipe Hamlet en torno a la muerte de su padre, acompañan a las empresas y estudios de abogados frente a la necesidad de recibir servicios de traducción legal de calidad, dilatando con ello la consecución de sus proyectos. Es por ello que el tránsito de la duda – que se traduce en incerteza jurídica – hacia seguridades solo es posible superarlo con garantías profesionales efectivas, que tengan como objeto entender y responder a los requerimientos que hoy existen en el mercado.
Porque si bien la imposibilidad de certeza acompaña a Hamlet en toda la obra, no por ello debe seguir acompañando a las empresas y estudios de abogados en nuestra realidad chilena.
“El contenido de este artículo es de propiedad exclusiva de Key Translations Limitada. Queda expresamente prohibida la publicación, retransmisión, distribución, venta, edición y cualquier otro uso de su contenido (Incluyendo, pero no limitado a, texto, fotografías, marcas, videos y logotipos).”