Sin duda que el mercado de los abogados ha cambiado significativamente en los últimos años. Los efectos de la economía, la creciente competencia -producto de la aparición de nuevos estudios de abogados- y la posibilidad que tienen los inversionistas extranjeros de elegir entre un gran abanico de opciones, ha generado un gran poder de negociación sobre los honorarios de los abogados como así la posibilidad de elegir y moverse entre un sin número de opciones.
Lo anterior ha hecho que los estudios de abogados deban adaptarse a esta nueva y cambiante realidad, debiendo generar un servicio único y excelente, para poder ampliar su cartera de clientes, potenciar sus ventas y no perder sus participaciones de mercado.
Probablemente solo quien ha ejercido como abogado podrá comprender la presión a la que se enfrentan los socios y asociados, la necesidad de cumplir con las cada vez más altas metas de facturación, las demandantes solicitudes de los clientes locales y extranjeros y la necesidad de rentabilizar al máximo las horas hombre dentro de los caps de honorarios, que se han hecho tan comunes durante los últimos años.
Para poder prestar un buen servicio a los estudios de abogados se necesita definitivamente entender lo que siente y se espera de un abogado, es decir, la realización de un trabajo de excelencia, sin importar los deadlines ni la presión. Esto requiere prestar atención a cada uno de los detalles y etapas de la prestación del servicio, desde el principio hasta el final. Esta última etapa es particularmente importante, pues, cómo todos sabemos, los momentos finales son fundamentales y tal vez donde más se contribuye a generar una percepción positiva sobre la calidad del servicio y sobre el prestador de servicios.
Lo anterior se traduce en que no sólo el consejo legal debe ser el correcto, sino que también debe ser debidamente comunicado al cliente. En otras palabras ¿de qué sirve dedicar tanto tiempo y esfuerzo en dar un consejo legal de excelencia si finalmente lo que se comunica al cliente extranjero puede ser formalmente incorrecto, presentar problemas de compresión y comunicación, de fondo u omisiones claves en una asesoría? En esta etapa resulta indispensable contar con un servicio de traducción de calidad, apoyado por un equipo profesional con experiencia que permita entregar un servicio premium. Es ahí donde existe un gran espacio para generar valor agregado al servicio que presta un estudio de abogados y convertirlo en un servicio único y excelente, fortaleciendo así la fidelización de sus clientes, contribuyendo a captar nuevos clientes y a profundizar en los clientes ya existentes de su cartera.
No es fácil cumplir con este encargo y comúnmente recibimos comentarios de extranjeros sobre cómo se desaprovecha esta oportunidad. Quien presta servicios de traducción debe ser alguien de confianza y profesional, debe entender perfectamente la velocidad con la que deben entregarse los trabajos y las expectativas de los socios y asociados de un estudio de abogados y las de sus clientes y/o inversionistas extranjeros. Además de traspasar con claridad y exactitud el verdadero sentido u objeto del documento original, que se logra a través de interacciones con el originador.
Sin duda esto ha sido algo en lo que han invertido fuertemente y se han preocupado en detalle los estudios de abogados en el mercado de los Estados Unidos de Norteamérica y Europa. Precisamente porque han entendido la oportunidad que se puede aprovechar y el espacio para poder generar un servicio de calidad.
En consecuencia, es el momento de preguntarse ¿Qué servicio estamos prestando y cuál nos gustaría prestar?
Federico Winter del Río es Abogado y Traductor Legal con 7 años de experiencia. Acreditado por el Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile.
Lo anterior ha hecho que los estudios de abogados deban adaptarse a esta nueva y cambiante realidad, debiendo generar un servicio único y excelente, para poder ampliar su cartera de clientes, potenciar sus ventas y no perder sus participaciones de mercado.
Probablemente solo quien ha ejercido como abogado podrá comprender la presión a la que se enfrentan los socios y asociados, la necesidad de cumplir con las cada vez más altas metas de facturación, las demandantes solicitudes de los clientes locales y extranjeros y la necesidad de rentabilizar al máximo las horas hombre dentro de los caps de honorarios, que se han hecho tan comunes durante los últimos años.
Para poder prestar un buen servicio a los estudios de abogados se necesita definitivamente entender lo que siente y se espera de un abogado, es decir, la realización de un trabajo de excelencia, sin importar los deadlines ni la presión. Esto requiere prestar atención a cada uno de los detalles y etapas de la prestación del servicio, desde el principio hasta el final. Esta última etapa es particularmente importante, pues, cómo todos sabemos, los momentos finales son fundamentales y tal vez donde más se contribuye a generar una percepción positiva sobre la calidad del servicio y sobre el prestador de servicios.
Lo anterior se traduce en que no sólo el consejo legal debe ser el correcto, sino que también debe ser debidamente comunicado al cliente. En otras palabras ¿de qué sirve dedicar tanto tiempo y esfuerzo en dar un consejo legal de excelencia si finalmente lo que se comunica al cliente extranjero puede ser formalmente incorrecto, presentar problemas de compresión y comunicación, de fondo u omisiones claves en una asesoría? En esta etapa resulta indispensable contar con un servicio de traducción de calidad, apoyado por un equipo profesional con experiencia que permita entregar un servicio premium. Es ahí donde existe un gran espacio para generar valor agregado al servicio que presta un estudio de abogados y convertirlo en un servicio único y excelente, fortaleciendo así la fidelización de sus clientes, contribuyendo a captar nuevos clientes y a profundizar en los clientes ya existentes de su cartera.
No es fácil cumplir con este encargo y comúnmente recibimos comentarios de extranjeros sobre cómo se desaprovecha esta oportunidad. Quien presta servicios de traducción debe ser alguien de confianza y profesional, debe entender perfectamente la velocidad con la que deben entregarse los trabajos y las expectativas de los socios y asociados de un estudio de abogados y las de sus clientes y/o inversionistas extranjeros. Además de traspasar con claridad y exactitud el verdadero sentido u objeto del documento original, que se logra a través de interacciones con el originador.
Sin duda esto ha sido algo en lo que han invertido fuertemente y se han preocupado en detalle los estudios de abogados en el mercado de los Estados Unidos de Norteamérica y Europa. Precisamente porque han entendido la oportunidad que se puede aprovechar y el espacio para poder generar un servicio de calidad.
En consecuencia, es el momento de preguntarse ¿Qué servicio estamos prestando y cuál nos gustaría prestar?
Federico Winter del Río es Abogado y Traductor Legal con 7 años de experiencia. Acreditado por el Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile.
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